Experiencias:

La experiencia de un joven promotor inscrito:
Entrar a los 15 años a un grupo juvenil sin saber en que consiste me hacía buscar mas allá de lo que me ofrecían los promotores, cada que tenía el tema, preguntaba, participaba hasta que de pronto un día me puse a reflexionar, ¿Puedo hacer que los demás sientan lo que yo siento? mi respuesta fue inmediata, me di cuenta de que si alguien no hablaba los demás solo se quedaban atónitos, solo observaban, sin participar, quizá por miedo, vergüenza o que se yo, pero ahí estaba con mis 16 años ya, decidí dejar todo. Decidí cambiar la pregunta a ¿Pueden hacerme sentir lo que yo sentía? Pero mi respuesta no fue tan instantánea, pasaron 2 largos años para que yo volviera al grupo juvenil, cuando regreso ya no estaban las mismas personas, ya no había mas que hacer, era algo inexplicable, sabía que teníamos que levantar el grupo. Hoy a 2 años de mi reintegración estoy más que feliz, estoy contento con lo que el equipo ah logrado, cosas que en años anteriores solo se imaginaban, ganar la intramfciada fue como un premio para el grupo, pero significó mucho porque si los equiperos no estuvieran no seríamos nada más que un grupo, nada más que el grupo de Marín, el grupo que no había llegado tan lejos, ahora me doy cuenta de que la oración no es más que el espíritu santo efectuando sobre ti.
Escrito por: Esteban Libores
La experiencia de un joven graduado:
El haber entrado al grupo Juvenil desde los 12 años me ha dejado grandes cosas y muy bonitos recuerdos. Como cada grupo se empieza desde cero, en este caso se empezó con menos de 5 jóvenes poco a poco fue creciendo gracias a la invitación, al principio no teníamos la formación que es la adecuada para los jóvenes, meses después iniciamos el ciclo básico de formación en el cual, convivíamos de otra manera, ya no solo éramos amigos por ir a la iglesia sino más bien una familia. Era muy emocionante que fuera viernes para asistir al tema y en las actividades o momentos fuertes que hubiera. El tiempo pasó muy rápido y logramos graduarnos. Me hicieron la invitación como coordinadora y así fue por unos meses, por cuestiones de trabajo no pude seguir, me aleje por completo. Mi grupo con el que me gradué también se alejo, unos se casaron, otros por cuestiones de trabajo también se alejaron y uno entro al seminario , el cual sigue ahí.
Por un momento el grupo cayó, tiempo después gracias a nuevos jóvenes que regresaron y a la invitación que hacían se incrementaron más jóvenes y adolescentes, logrando hacerse como uno de los sectores más fuertes de la diócesis y llevando en alto el nombre del sector Marín. Me da mucha alegría y gusto la unión y la gran familia que son.
Uno siempre regresa al lugar donde fue feliz y a mi me encantaría regresar, porque en el MFCJ siempre aprendes algo nuevo y te hace crecer como persona y espiritualmente. Y no ganas amigos, ganas familia.
Escrito por: Reyna Zavala
La experiencia del joven coordinador:
En el MFCJ tengo mucho tiempo, que la verdad perdí la cuenta, empecé desde abajo. Como en todo se empieza. Cuando entre al grupo éramos muchos chavos, chavas, de diferentes edades, al menos yo no sabía por qué o como llegue al grupo, primero me invitaban a temas para jóvenes, porque todavía no había división entre adolescentes y jóvenes, cómo lo es hoy en día, yo pensaba que solo rezaban, cantaban y todo eso que un joven piensa, cuando lo invitan a un grupo juvenil de la iglesia, pero lo que no saben, es que ya estando adentro del grupo te das cuenta que no solo es rezar y cantar sino que con los temas que te comparten los chavos ,te enseñan muchas cosas pero no lo sabes porque a la edad que yo entre mi mentalidad era otra a la de ahorita, todo lo tomaba a juego, solo quería jugar con los chavos que iban al grupo como yo. Con el paso del tiempo, fueron pasando chavos, por el grupo y me refiero con la palabra pasaban, porque literal solo pasaban por el grupo, a ver el ambiente, si les gustaba se quedaban y sino pues simplemente se iban y así pasaron los chavos, después me platicaron los chavos del grupo, que yo podía ser parte de su grupo, que ya pasaba de ser un simple chavo que iba cómo oyente, a portar un libro de temas, una camiseta, a ir a eventos ya siendo parte del grupo, eso para mí era nuevo la verdad, pero me resultó muy interesante, me empezó a gustar las dinámicas del grupo, los retiros que organizaban, después me enteré que comentaron de un Retiro de Pesca! Después pregunté porque se llamaba de Pesca, entonces me dijeron que porque (Pescaban jóvenes) entonces entendí todo y me pregunte ¿A mis amigos les gustaría, venir también al grupo conmigo? y me decidí a invitar a mis amigos y vaya que si aceptaron, no sé si por interés. A ver qué era, o no sé yo jajaja, pero aceptaron ,entonces fui con ellos, invite más de 10 amigos, los cuales se quedaron 2 o 3 ,que hasta la fecha les hablo a algunos otros los hice dentro del grupo, y en serio que ya forman parte de mi vida, conozco a ellos a sus familias, etc., y te das cuenta que tan grande fue el grupo en el que te metiste, y yo pensaba que solamente, el grupo era de mi localidad donde yo vivía, pero noooo!!! Después me enteré que el grupo en el que me había inscrito, se fundó en Argentina, yo cuando escuché eso me quedé asombrado porque dije entonces es grande y reconocido este grupo juvenil, y pues también me gustó porque no solo es de Jóvenes sino que también hay grupo de Matrimonios, y ahí pueden ir tus papás y pues toda tu familia pueden estar en el grupo tus papás en el MFC y tú en el MFCJ (juvenil) tengo alrededor de 3 años que me gradué del CBF ( ciclo básico de formación) que tienes que pasar en el grupo ,como una escuela, para poder graduarte ,y después de graduarme de conocer muchas personas de otros municipios, de Monterrey, pues te das cuenta y te pones a pensar que no nada más tú estás en el grupo en vez de ir a fiestas, también hay más jóvenes que tienen esos mismos gustos ,y de verdad te enamoras del grupo, poniéndote la camiseta del sector, la tienes que defender y no me refiero a peleas, yo he vivido momentos en el cual me siento muy orgulloso pertenecer, porque hemos ido a competencias deportivas y nosotros en el sector al que pertenezco, ganamos el 1°Lugar, si vieran como me sentí yo y mis compañeros del grupo porque nuestro sector era pequeño, pero en los últimos años han entrado varios jóvenes ,bueno más adolescentes, y hemos levantado mucho el sector, que ya nos conocen en otros municipios, y déjenme decirles que en este grupo hay diferentes tipos de chavos y me refiero a nivel social y económico, pero en este grupo NO HAY DIFERENCIAS, PARA NADA y por eso me gusta mucho este grupo y no me arrepiento de haberme inscrito en él.
Así que te invito a que te acerques a este grupo de MFCJ, no pierdes nada en preguntar, tan solo date la oportunidad de conocerlo y verás que te gustará, pero no lo hagas por ir a ver niños o niñas, hazlo por ti mismo, para que aprendas cosas nuevas, no solamente vas a rezar, sino que te la pasarás bien! Te los aseguro! 100% COMPROBABLE
YO TE INVITO A QUE TE DES UNA OPORTUNIDAD.
Escrito por: Ángel Martinez.
La experiencia de una joven equipera:
Mi mejor experiencia dentro de MFCJ
Fue el haber vivido el kerigma juvenil, conocer verdaderamente a Dios fue algo muy hermoso me encantó escuchar todas las pláticas que nos dieron pues me respondían a muchas dudas que yo tenía dentro de mi, sin duda esa fue la mejor experiencia de todas pues conoces el significado del amor verdadero❤
¡Quien a encontrado a Dios no puede dejar de proclamar su amor !
Esta foto es la mejor de todas ❤
Escrito por: Marian Castillo.

La experiencia de una joven promotora inscrita:
Dentro de mi vida en la adolescencia, siempre tuve esa intención y deseos de ingresar a un grupo de jóvenes de la iglesia. Tenía yo apenas 16 años, mi corazón se encontraba en un momento delicado, tenía mi alma rota y necesitaba algo nuevo en mi vida, con el que pudiera salir adelante. Siempre me había considerado católica, pero nunca fui tan cercana ni practicaba mi fe. El intentar algo nuevo, acercarme y preguntar, era el inicio de un nuevo ciclo en mi vida, comenzaba lo mejor, pero sobre todo abrirle las puertas de mi corazón a Dios, ha sido una de las mejores decisiones de mi vida que no me arrepiento en lo absoluto y lo volvería a hacer mil veces más cuanto sea necesario.
En estas lineas voy a contarte lo más detallada e increíblemente posible de como Dios ha cambiado mi vida.
Mis primeras impresiones eran tan claras como lo que veía y podía percibir, me agradaba la unión dentro de los chicos integrantes de grupo, era tan gratificante como se organizaban para realizar temas de formación, temas, horas santas, coro, misas. Nunca en lo que iba de mi corta vida había presenciado algo similar. Me encontraba estudiando mi último año de preparatoria, ahí fue donde comenzaba a enlazar todas las cosas buenas y bendiciones que Dios me daba, todo comenzaba a verlo para bien, agradecía y tenía más asistencia hacia las personas, aplicaba lo que aprendía dentro de mi formación, pero ahora en mi vida diaria, conocía a más personas con los mismos ideales, fe y alegría que sentía en mi corazón, no me sentía sola, porque sabía Dios estaba conmigo.
El tiempo y los años pasaban, y ahí seguía yo, en altas y bajas, pero siempre con los pies en la tierra encantada de servir. Luego de unos años, para ser exacta, a mis 20 años, siento que llegó mi momento de conversión real, puedo jurar que nunca me había sentido tan feliz y llena de espiritualidad, la misericordia de Dios me había tocado. Gracias a mi grupo, a mis adolescentes, a mis amigos, a mi formación, a mi MFCJ, pero sobre todo gracias a mi Dios.
Me quedo con las buenas experiencias que como joven no cualquiera tiene el privilegio y la fuerza de seguir a Dios y ser participes de múltiples servicios y obras de caridad, las misiones que se quedan en mi corazón eternamente, las personas que trabajan por el bien que son un verdadero pan de Dios, es algo que no se explica pero que se lleva en la mente y el corazón por siempre.
Ahora puedo decir que si alguna vez fuiste MFCJ, lo seguirás siendo toda la vida.
Escrito por: Lizbeth Cárdenas.
La experiencia de un joven equipero
En el MFCJ «Movimiento Familiar Cristiano Juvenil»
E aprendido de muchas cosas de Dios y valores humanos.
¿Cómo me siento?
Muy agradecido con todos los jóvenes que integran este grupo, ya que a través de ellos de sus palabras, esta Dios.
¿Qué e descubierto en el grupo?
Un amor que no se compara, un amor tan misericordioso, un amor que se puede compartir y es el amor de Dios. Estoy en camino a descubrir mi vocación sacerdotal, dentro de éste grupo.
Y me da alegría y saber que somos muchos Jóvenes sirviendo al señor, obreros trabajando con fe, elegidos y llamados uno a uno.
Escrito por: Cristofer Martinez